En el marco del plenario mensual de HABITAR Argentina, se realizó la jornada “Experiencias y políticas de hábitat con perspectiva de géneros”, organizada por la comisión de hábitat y géneros del colectivo.
Eduardo Reese, director del CELS, dio inicio a la actividad y explicó que HABITAR Argentina tiene el objetivo de ampliar el debate sobre cuestiones de hábitat, incidir en políticas públicas y en la conformación de su agenda.
Luego fue el turno de Cintia Rizzo, integrante de Madre Tierra, quien describió cómo se conformó la comisión a partir de un encuentro en Hábitat III, la conferencia de Naciones Unidas celebrada en Quito en 2016. “Ese espacio nos hizo empezar a mirar el urbanismo desde una mirada crítica, algunos lo llaman urbanismo feminista. Poder mirar desde una mirada crítica toda la ciudad, todo el territorio, incorporar a todos los sujetos y sujetas que no son visibilizadas en el espacio urbano”, explicó Rizzo. Luego destacó la necesidad de reconocer la diversidad de actores que componen el hábitat digno y de visibilizar las diferentes formas de vivirlo y disfrutarlo. Por otra parte, marcó que las ciudades están pensadas para que sean transitadas por varones heterosexuales y blancos, que la recorren de manera lineal: de la casa al trabajo. En ese sentido, abogó por políticas urbanas que no reproduzcan tal rol que además entiende a la mujer desde un mandato patriarcal y que desconoce que “no transitamos igual el espacio público siendo varones, mujeres o trans”, indicó.
En relación a la comisión de hábitat y géneros -integrada por mujeres de Buenos Aires, CABA, Mendoza, Santa Fe, Córdoba, Tierra del Fuego, etc-, Rizzo describió las tareas emprendidas desde su conformación y subrayó que en las organizaciones estos espacios no suelen tener jerarquía.
Políticas públicas de género
Para dar comienzo al relato de las experiencias, tomó la palabra Soledad Pérez, integrante de Ciscsa (Córdoba), quien moderó el debate e invitó a reflexionar sobre las prácticas que construimos en la cotidianidad.
En primer lugar, relató su experiencia Carolina Rodríguez, miembro de Canoa- Hábitat popular, una organización santafesina interdisciplinar que acompaña procesos de gestión comunitaria del hábitat y que se ha preguntado por el rol de las mujeres en las ciudades. “Los barrios no son escenarios neutros, apolíticos, sino que reproducen experiencias de desigualdad de género”, señaló y agregó que realizan mapeos, capacitaciones y construyen espacios de sensibilización para pensar con las mujeres. Se preguntan “cómo usan el espacio público, cómo lo sostienen, lo ocupan, como quisieran hacerlo” para producir territorios a partir de propuestas donde las mujeres se sientan identificadas.
Más tarde fue el turno de la Subsecretaria de Políticas de Género de Santa Fe, Gabriela Sosa, quien remarcó el desafío de llevar a cabo políticas públicas de género y espacio público ya que las mismas suelen estar ocupadas por otras cuestiones. En un primer momento, tuvieron el objetivo de analizar las diferentes violencias suscitadas en las ciudades, especialmente la simbólica. Se dividió a la provincia en consejos regionales y uno de los principales problemas que se planteó fue la naturalización y afianzamiento de los estereotipos sexistas.
En ese marco, surgió el programa “A la plaza”, que consiste en la “entrega de recursos a municipios y comunas para la compra de material y equipamiento para construir plazas que sean inclusivas para las mujeres”, explicó Sosa. En el mismo participó la organización Canoa.
En el programa se pone de relieve el rol de las mujeres en la participación social y política y se concibe al espacio público como un escenario de disputa, como un escenario político y se busca que sea un territorio atractivo para salir del ámbito doméstico. “Este programa nos ha permitido encontrarnos con muchas organizaciones y formarnos, evaluarlos, hacer un seguimiento, desafiarnos a construir a partir de esa experiencia dos experiencias más”, indicó la Subsecretaria y detalló que existe un programa para visibilizar a mujeres que participan en sus comunidades y otro en el que se indica dónde acudir en caso de violencia de género.
Propuestas de género desde las organizaciones y la universidad
Rosalía Pellegrini, integrante de la Secretaría de Género de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), explicó la importancia de que las organizaciones asuman una perspectiva de género y, desde ese lugar, “empezamos a desandar la opresión de género de las mujeres agricultoras”, relató.
Pellegrini reveló que las mujeres agricultoras sufren una doble opresión: por un lado, por ser trabajadoras rurales sin tierras y, por el otro, porque “el trabajo en la quinta es un trabajo arduo por las condiciones de vida y de la producción hortícola. La mujer trabajadora de la tierra vuelve a la casa y sigue laburando”, destacó y agregó que las tareas domésticas suelen ser invisibilidades y burladas.
Desde la Secretaría de Género de la UTT realizaron la campaña “Mujeres de la tierra contra el machismo”, donde buscaban empoderarse. Se capacitaron y comenzaron a intervenir en las asambleas de base de la UTT para poner en debate cuestiones de feminismo. Recibieron denuncias de violencia de género y, debido a la falta de respuestas de parte de las instituciones oficiales, decidieron actuar como colectivo. En esa línea, participaron en diferentes actividades e impulsaron un jardín comunitario de la organización con enfoque de género en la propuesta didáctica y con un menú agroecológico.
Por último, Pellegrini sostuvo que el objetivo es “empoderarnos, revalorizar nuestro conocimiento como mujeres de la tierra. Hay mucho conocimiento entre las mujeres agricultoras que ha sido invisibilizado por el patriarcado y por el mercado”.
Luego fue el turno de Teresita Sacón, de Proyecto Habitar, quien desde el ámbito académico propuso repensar la propia práctica a partir de las acciones cotidianas y de las reglas que se construyen en ese proceso.
Explicó que la formación de arquitectos/as está destinada a una profesión liberal, pero ellos/as trabajan en barrios donde los recursos son escasos. Por eso, “es necesario un conocimiento técnico particular situado que nos permita construir con el otro”, señaló y agregó que se debe democratizar ya que para los sectores populares esos saberes son de difícil acceso.
También afirmó que las desigualdades espaciales se exhiben en las ciudades donde vivimos con manifestaciones materiales claras: por ejemplo, en relación a la localización de algunos barrios en áreas inundables. Desde Proyecto Habitar, parten de considerar que las desigualdades son producto del sistema socioeconómico en el que vivimos y transitamos estas experiencias en la vida cotidiana.
El objetivo del proyecto es generar herramientas en conjunto poniendo en valor el cuidado, que permitan construir una sociedad de pares. En ese sentido, producen saberes técnicos que les permitan desarrollar tal práctica y propusieron una ley de acompañamiento técnico, público y gratuito.
Destacan que la transformación de los espacios va a aportar a la calidad de los encuentros: “Es necesario revisar las acciones cotidianas, los roles que tenemos y promovemos, es necesario revisar los espacios que producimos y en ese sentido entendemos que para construir igualdad y una propuesta superadora es necesario favorecer el acceso al conocimiento, una distribución equitativa de los recursos y cambiar los marcos regulatorios”, puntualizó Sacón.
Hacia una agenda feminista en el Poder Legislativo
De la jornada también participó la Diputada Nacional por Unidad Ciudadana Mónica Macha, quien propuso pensar el presupuesto con perspectiva de género y destacó que “hemos logrado otras leyes que también son importantes en la idea de poder cambiar las reglas del juego”, como la ley de paridad de género.
A su vez, subrayó que “en unos lugares más que en otros parece que las cosas que nosotras planteamos pueden esperar. Pero para nosotras la espera significa que miles de mujeres se mueran por año en Argentina”, sostuvo la diputada y añadió que es necesario construir referencias y articular con otras compañeras para que los temas que nos involucran tengan la misma relevancia que los que plantean los varones.
Por último, indicó que es necesario pensar el hábitat y la educación con perspectiva de género, teniendo en cuenta las identidades disidentes, dejando de hablar sólo en términos heterosexuales y poniendo en cuestión una política e historia sexista.
Para cerrar la jornada, se llevó a cabo un pañuelazo por el aborto legal, seguro y gratuito, que será tratado por la Cámara de Senadores y Senadoras la próxima semana. Desde HABITAR Argentina solicitamos la aprobación del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo para garantizar los derechos de los cuerpos gestantes en nuestro país.
Contacto : comisionhabitatygenero@gmail.com
Fotografías: Gentileza del Departamento de Fotografía de la Dirección General de Comunicación Institucional - Senado de la Nación, de Prensa Mónica Macha y de SEDECA.