Desde la comisión de Suelo y Tierrra de HABITAR Argentina, manifestamos nuestra preocupación en relación al artículo publicado por página 12 el pasado domingo 9/5/2020 bajo el título "Vivir en casas móviles, de Nomadland a la Argentina".
En dicho artículo, y aprovechando la actualidad del tema a partir de la premiada "Nomadland", se refiere al pasar graves situaciones de crisis habitacional, injusticia social y vulneración de derechos en el acceso a la vivienda, como "pie" para comentar las diversas "variantes" de casas móviles en la Argentina. Estas "variantes" quedan englobadas como una nueva "forma de vida" de "quienes deciden dejarlo todo para salir "a la vida en carretera".
Mostramos nuestro repudio frente a esta romantización de situaciones que nada tienen que ver con la libre elección u opción de vida, por parte de quienes se ven empujados a formas cada vez más precarias de habitación.
Mostramos nuestro repudio a comparaciones superficiales de realidades que poco o nada tienen en común, y que genera una minimización y banalización de una problemática social y ambiental. Así, se menciona una realidad local, la de El Chaltén, para hablar de la proliferación de casas móviles y casas rodantes casi como una anécdota o "alternativa", pero no se menciona el grave conflicto socioambiental y de crisis habitacional que vive la localidad, ni se presenta un análisis serio de sus causas y consecuencias. Seguidamente, como si de la misma cosa se tratara, se menciona otra "variante" de casa móvil, para hablar de "la aventura rutera" refiriendo a la experiencia de los socios de un club o miembros de asociaciones de rodanteros que se juntan ocasionalmente para viajar o instalarse temporalmente por motivos muy distintos y más vinculados al ocio o la recreación.
Mostramos nuestro repudio a la banalización de las distintas formas de avance y abuso de mercado para seguir explotando un derecho humano en parques y predios para casas móviles, refiriéndose al negocio de quienes "educan a iniciáticos empresarios sobre este nuevo "boom inmobiliario".
Mostramos nuestro repudio a la invisibilización del rol central del estado como garante obligado constitucionalmente a revertir estas situaciones y abusos, mediante una adecuada planificación, ordenamiento territorial y regulación del mercado inmobiliario para un crecimiento con justicia social y ambiental.
Mostramos nuestro repudio a la denominación y naturalización de la infravivienda e inseguridad en la tenencia, como "nueva formación urbana, transitoria pero no precaria" en El Chaltén.
Desde este colectivo, llamamos a un mayor rigor y respeto en los medios de comunicación para tratar problemáticas que refieren a un grave retroceso en derechos humanos y de acceso justo al hábitat. Las causas profundas, sistémicas e históricas detrás de estos procesos no son "una nueva moda" ni deben tratarse como un "trending topic" superficial por más que sea hollywood quien las ponga de manifiesto.